Puesto de Adriana

-Pues debes empezar con algo.- Sonríe. -Y que has hecho últimamente?, lo que montaste va bien?.-

-Me he estado dedicando a vender hierbas y pócimas... Pero creo que las vendo demasiado baratas, o que, simplemente, el negocio no tiene futuro *me río* Supongo que quizás, deba dedicarme a la medicina real, atender pacientes, en vez de venderles los productos... Daría más dinero, creo yo

-Puede que si, cada día hay alguien que necesitara a alguien como tu. Bueno te daré una mano con la comida.- Se levanta dirigiéndose a ti para ayudarte.

Sonrio, mientras me ayuda a cocinar

-Muchas gracias, de verdad. Eres lo mas parecido a una amiga, que tengo por aqui... ¿Haces esto con todas tus clientas?

Me rio

Se ríe. -No... pero creo que tenemos mas cosas en común tu y yo, que con otras que han pasado por mi tienda.- Dice sonriente.

-Ambas entendemos de ciertas cosas, que dudo que sean conocidas por la clienta usual de su tienda, la verdad

Me río, y luego me quedo mirándole, pensativa y sonriente

-¿Puedo confiar en tí?

-Claro, por que no deberías?...- Dice sonriente, dejando lo que tenia y viéndote esperando.

Le miro muy seriamente

-Prometemelo que no se lo contarás a nadie. Puedo meterme en un lío...

-No prometo nada.- Dice riéndose y manteniendo la mirada fija.

Frunzo el ceño

-Si me aprecias algo, no se lo contarás a nadie... Bueno, a lo que ibamos. Mucha gente piensa que es solo una superstición, pero... ¿Crees en, ya sabes, la magia, o la alquimia?

-Que forma de decirlo tan.. discretamente..- Ríe esperando ver tu reacción.

Frunzo el ceño. Demasiado burlona...

-¿Crees, o me vas a llamar loca?

-Viniendo de una familia relacionada a lo tuyo, podría decir que ambas.- Ríe.

Sonrío

-Relacionada con lo mío... Entonces, eres practicante de dichas artes. ¿Verdad?

-Digamos que si... principiante mejor dicho... mi familia es mas experta- Menciona.

Sonrío

-Tienes que presentarme a tu familia, entonces. Necesito ayuda experta...

Me río, y la llevo hasta el dormitorio, de donde saco el libro, que tenía escondido en el baul de la ropa, bajo uno de los vestidos, y se lo enseño

-Dudo que la quieras conocer...- Suspira mientras te sigue. -Interesante... aunque muy pequeño en comparacion al mio... prácticamente no experimento mucho y tu, si?.-

Frunzo el ceño

-Experimentaba. Pero me quede sin dinero ni medios para seguir experimentando, y además, tenía miedo de empeorar aún más las cosas...

-Empeorar... bueno creo que eso es privado...- Pausa. -Bueno interesante libro...- Menciona.

Asiento, y sonrío

-Bien, según dice, es menor que el suyo... ¿Podría mostrarme o prestarme su libro?

-Podre mostrárselo aun que dudo prestárselo... Mi familia digamos, es muy estricta ante ello aunque claro que menos se puede esperar?.- Dice sonriente. -Aunque si me necesitas o cualquier otra cosa, dime. Claro, te puedo prestar el libro si te tengo vigilada.- Sonríe.

Sonrío

-No creo que el libro esté lo suficientemente avanzado para conseguir lo que quiero, pero bueno, al menos, me gustaria verlo... ¿Cuando podrías enseñarmelo?

-Algún día de estos.... Y que me darías a cambio?.- Dice sonriente.

Frunzo el ceño

-Creiamos que eramos amigas... ¿Que es lo que quieres a cambio?

-Es broma, aun así puede que te pida algo en otro momento.- Ríe. Se levanta dejando el libro y caminando a la cocina esperando que hagas lo mismo.