Puesto de Adriana

Llego a la plaza a la mañana, y usando una manta para poner mis cosas encima y mostrarlas, me pongo a intentar vender mis productos: hierbas, emplastes, bálsamos y pócimas medicinales...

-No sabia que había un nuevo medico.- Menciona un señor. -Últimamente he estado teniendo una tos muy fuerte, que me recomienda?.- Observa lo que llevas.

Asiento, y empiezo a buscar entre las plantas que tengo, hasta que saco una rama de hiedra

-Esto, señor, es mano de santo para la tos. Mastique una hoja tras cada comida, y pronto, desaparecerá su tos. En caso de que no le guste el sabor, si lo tritura, y lo hace como una infusión, y luego le añades miel, tiene el mismo efecto, y sabe mejor

-Excelente, enserio necesito algo que me calme. Cuanto me costara?.- Pregunta sacando una bolsa de dinero.

Sonrío, mientras pienso

-Tres... Tres monedas de plata, señor

Algo sorprendido te da las monedas. -Muchas gracias.- Menciona y se va con la rama.

Para iniciar no vas mal, empieza a pasar gente y ve el negocio aunque la mayoría pasa de largo. Otro sujeto se queda. -He tenido mucha gripa últimamente, que me recomendaría.- Menciona algo ronco.

-Tome miel. Preferiblemente, mezclada con ajo, ya que ambos son buenos contra la gripe, y mejor aún si están calientes.

-Creo que tengo un poco de cada cosa, tal ves me haga falta un poco de ajo. Cuanto le debo?.- Menciona el señor, refiriéndose al "consejo".

-Una moneda de plata, señor

La saca y te la da. -Muchas gracias.- El señor se va. No hay mucha actividad ese día, pronto pasa el tiempo y es hora de comer. Sin mucha comida, deberás ir a un mercado.

Deshago el puesto, y me dirijo a comprar comida

Observas un mercado establecido en la plaza. Se ve muy popular y buen lugar para conseguir comida.

Frutos distintos observas, traídos desde afuera o cosechados en esas mismas tierras de Pavía.

Pido al tendero los ingredientes necesarios para hacer una sopa.

Te da lo que tiene a la mano o lo que se ingenie mas bien.

-5 de plata...- Menciona el señor.

Frunzo el ceño

-Bastante caro... ¿No cree?

-Se las dejare en 3.- Sonríe.

Suspiro, mientras le doy las tres monedas

-Tome, pero que sepa que me está robando...

-Si le robara pediría mas y haría otras cosas.- Se ríe. -Muchas gracias.- Te da la comida y toma el dinero.

Murmurando y gruñendo enfadada, me voy a la casa, donde me pongo a cocinarme la comida

Te tocan la puerta esperando afuera, tienes tu primera visita, algo raro estando tan poco tiempo allí.

COnfusa, dejo la comida a medio preparar, y me dirijo a la puerta, que abro, sonriendo, intentando parecer simpatica

-¿Si? Hola, soy Adriana, y esta es mi casa y consulta. ¿Que desea?

-Hola.- Menciona la señorita que viste en la sastrería.

-Como estas? Vengo de un viajecito digamos, pensé que te seria bueno darte un par de cosas.- Menciona.

Sonrío, y me aparto ligeramente, dejandole espacio para que entre

-Ah, vale, muchas gracias. Pasa, pasa. Estoy haciendo la comida... Quedaté a almorzar si quieres. ¿Que es lo que has traido?

-Ah... muchas gracias...- Menciona mientras pasa. -Solo un par de cosas para lo que planees hacer, te vi en tu puesto hace poco. Un par de hiedras, hiervas, flores... entre otras cosas que encontré.-

Cojo una de las mesas del salón, y la llevo a la cocina, para que pueda descansar mientras cocino. Empiezo a cocinar

-Muchas gracias, de verdad. No tienes porque hacer todo esto por mí, de verdad... Aunque te lo agradezco enormemente.