Llegada a Génova

La miro confusa

-Como... ¿Como es que tienes todo esto por aqui?

-No siempre me la paso en la tienda, lo tomo como un pasatiempo.- Dice la chica, cerrando la puerta y poco a poco saliendo del almacén aunque seguían estando parcialmente sin nadie que les escuchara.

Asiento, confusa y sin entender

-¿Un pasatiempo? Entonces... ¿Te dedicas a otras cosas?

-Claro... es bueno salir de una rutina siempre... me gusta la sastrería pero no es mi afición en realidad...-

-Bien, no se a que te dedicas, entonces... Supongo que ha de ser algo relacionado con las hierbas... ¿Las vendes, acaso? ¿O trabajas tu misma con ellas?

-Por igual, les colecciono digamos.- Sonríe. -Pero bueno, no hablo mucho acerca de mis intereses con personas que acabo de conocer... - Ríe un poco.

Me río

-Pareces muy reacia a hablar de ello... ¿Es algo prohibido, acaso? Digamos que yo tambien tengo gustos... Raros

-De gustos raros hay muchos, unos mas que otros, no veo mucho raro salir de ves en cuando a conseguir flores.- Se ríe. -Por tu lado se medica no es un gusto extraordinario...-

SOnrio

-Digamos que no es la medicina lo que más me interesa...

-Bueno somos algo idénticas, me parece bien.- Sonríe. -Aunque lo dudo...- En ese momento otra clienta aparece, se mueve hacia el frente y tu le sigues. -Me pasare mas tarde o mañana en tu local para conocerte mejor.- Dice sonriente.

Le miro confusa

-Está bien, pero... Aun no he conseguido el material... ¿Podrías vendermelo, o al menos, prestarmelo?

-Quédate con las hierbas que te di, son muy variadas y por ahí encontraras las que me mencionaste, me gusta coleccionarlas como te digo así que no me sera problema.- Se ríe, tenias los ropajes y las hierbas sin mucho problema, ademas has conseguido algo como una amistad. Por ahora la mujer se concentra en sus nuevas clientes dejándote espacio para marcharte y ver como llevan tu "negocio".

Sonrío, y salgo de la tiempo. Voy a comprar vasos, frascos, y un mortero, para moler cosas

Observas un establecimiento de alfareros con objetos de arcilla para lo que deseas también puedes ver un par de frascos y vasijas de vidrio.

Me acerco, y sonrío

-Saludos... ¿Cuanto me costarían cinco o seis frascos, y la misma cantidad de vasos?

-10 Monedas de Plata por unidad...- Dice el hombre serio y distante, observando el suelo fijamente sin cambiar la mirada.

Asiento

-Pues deme cinco de cada una, señor

Le sonrío

-¿Le pasa algo?

-Ok aquí las tiene...- Las pone cercanas a ti esperando que le dieras las monedas. -No es nada, me han robado un par de cosas valiosas y aun la guardia no me dice nada... mil disculpas por mi actitud.-

Le pago

-¿Que le han robado, señor? Lo siento de verdad, ess una pena...

-No lo se, un par de hombres que siempre roban la zona... Cuídate de esos por lo menos yo me pude defender.- Suspira. -Bueno que prosperes con tu hogar o lo que planees hacer-

Sonrío, mientras pago, y me marcho a mi casa, esperando que ya se hayan ido los de los muebles

Se fueron y todo esta en su lugar como bien has de planear, tienes la libertad de colocar tus cosas en donde desees.

Guardo la ropa que no estoy vistiendo en uno de los baules, y tras colocar los frascos y vasos en la mesa del dormitorio, empiezo a moler algunas de las hierbas en el mortero, para luego mezclarlas.

Sigues tu trabajo, no hay acontecimientos que resalten ahora pero la noche apremia y bien no sabes si los bandidos sigan en las sombras, claro un negocio nuevo es una gran blanco al que atacar.

Una vez he realizado unos cuantos emplastes, y bálsamos medicinales, me preparo la cena, y tras cenar, me desnudo para dormir... Mañana será el primer dia de mi nueva vida.